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Colocar un buen matambre, de unos 2 kg (de 1 o 2 cm de espesor y de unos 40 por 60 cm), en una asadera o plancha profunda para horno, salarlo y condimentarlo con orégano, tomillo, pimienta recién molida, guindilla molida y sal, cubrirlo con leche y dejarlo reposar allí durante 8 a 12 horas.
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Meter el matambre en horno precalentado a 250º. El tiempo dependerá del grosor y peso del matambre, así como de su consistencia. Probar su consistencia y sacar solamente cuando esté muy tierno. Si la leche se seca antes de que esté suficientemente tierno, se agrega más, de modo que lo tendremos siempre cubierto.
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Cuando esté casi hecho rectificamos de sal y echamos en la asadera una buena cantidad de vinagre, para que la leche se coagule. Se come acompañado de puré de papas Knorr