La generación de residuos y su disposición final es una de las problemáticas ambientales más serias que hoy enfrenta nuestro planeta. Aunque enterrar la basura es una de las formas de disposición final más aceptada, no son pocos los problemas ambientales que genera. En este contexto, es necesario adoptar sistemas alternativos de gestión de residuos que promuevan la reutilización, el reciclaje y que desalienten su entierro.
Eso, justamente, es lo que nos propusimos desde Unilever al trazarnos el objetivo global de Basura Cero a Relleno Sanitario y que logró que en más de 600 de nuestras locaciones, incluyendo fábricas, depósitos, centros de distribución y oficinas, se deje de enviar residuos a los vertederos. La Planta de deshidratación de vegetales de Knorr en Mendoza, donde antes se generaban 1600 Kg mensuales de residuos, es parte de este proyecto y ya alcanzó la meta propuesta.
Ramiro Cabrera, Jefe de Producción de la planta de deshidratación de Mendoza, explica que para lograrlo se identificaron los puntos donde se generan los residuos y luego se instalaron estaciones ambientales para poder separarlos como corresponde. “Los principales residuos generados en la planta están relacionados con el embalaje de nuestros vegetales, y son cartón, papel y bolsas de polietileno”, cuenta.
Alineada con el Plan de Vida Sustentable de Unilever Global, la reducción del impacto ambiental de la Planta Mendoza implica un tratamiento responsable de nuestros residuos y genera conciencia en nuestro personal sobre la importancia de su correcta separación y disposición.
Hoy, la planta envía cero residuos a rellenos sanitarios y tiene como prioridad las 4R: reducir, reutilizar, recuperar y reciclar. Para Knorr, los desechos pueden ser considerados como recursos con varios usos alternativos.
- Los materiables RECICLABLES son el plástico, papel y cartón, vidrio, metal, ropa y telas, mientras estén limpios y secos.
“Knorr, el sabor está en nuestra naturaleza”